miércoles, 2 de noviembre de 2011

MERCEDES DE NÚÑEZ

Costura y delivery


Si bien la necesidad económica es hoy el motor principal para muchos, también hay quienes desarrollan un oficio para sentirse bien, útiles a sí mismos y a los demás. Es el caso de esta señora, quien tras jubilarse resolvió emplear su tiempo libre en algo productivo. Así, hace un año, se lanzó a una nueva tarea: restaurar ropas con el beneficio de la entrega a domicilio.

Muchas veces tuvimos que sacar a última hora ese vestido, tapadito, camisa o jeans que tan bien nos sienta y descubrimos que precisa de arreglos: cambiar un cierre, ajustar botones, aplicar lentejuelas, achicar o agrandar el talle, etcétera.

Mercedes de Núñez (63) resuelve este tipo de imprevistos en su casa-taller, ubicada en el barrio capitalino General Díaz, donde la ayuda su hermana, Carmen de Paniagua (60). Esta sociedad sin nombre oficial se dedica a la “recuperación de ropas y servicio delivery”, como ambas la describen.

“Me iba a ir a España para bordar vestidos de fiesta, tenía todo listo, pero no salió. Felizmente, aquí me tenés, trabajando a full en algo propio”, sostiene la bibliotecaria retirada, más conocida como Mecha.

Un día, mirando el papelito que un plomero deslizó bajo la puerta ofreciendo su mano de obra, le dijo a su marido: “Mañana salimos a volantear para ofrecer mi costura reparadora”. Su hijo, Feliciano, se encargó de frenar el plan e implementó otra medida que consideró mejor: colocó el aviso en Internet y la respuesta pública no tardó en invadir el buzón.

La inversión fue poca y buena: un par de máquinas, una mesa grande, agujas, hilos e ingenio. “Esta máquina anda perfecta con sus 75 años; es una Huskvarna, herencia de la abuela”, señalan con orgullo las hermanas.

Mensualmente desembolsan unos G. 500.000 en materiales. “Hay que tener variedad y calidad”, argumentan. La productividad fue creciendo acorde a la demanda: zurcidos, cambio de cuellos y remiendos varios. Además, hacen manteles, cortinas. “Ahora ya nos piden camisas arregladas, lavadas y planchadas”, indican.

La fama de Mecha creció de boca en boca, tanto que rechazó una excelente oferta laboral fija. “No acepté, me gusta ser independiente”, asegura.

En tiempos de prisa, el imán es la entrega a domicilio, que realizan solo a partir de cinco prendas. “Lo único en lo que no trabajamos son trajes de hombre”, aclaran, pero acuden varones y mujeres. “Algunos me traen ropa nuevita comprada de Estados Unidos (allá hay talle gigante) y se la lleva a su medida. El costo por arreglo básico es de G. 20.000”.

“A nada hay que decir que no”, remata esta costurera, que no se siente microempresaria, sino “una abuela acostumbrada a trabajar, paciente y amante de las relaciones públicas”.

Dirección: Simón Bolívar (1.ª Proyectada) 408 esquina Caballero, Asunción.

Teléfonos: (021) 441-211 / (0981) 495-474.

Correo electrónico: mecha.alcaraz@gmail.com

Texto Lourdes Peralta || lperalta@abc.com.py

19 de Octubre de 2011 23:41

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