domingo, 26 de febrero de 2012


Quiero ver a la periodista que firma este articulo trabajando como jornalera en una minera del Guairá. Es fácil pontificar sobre qué es mejor para los indígenas, sentada en la oficina con aire acondicionado del diario de uno de los diez magnates de este país.

Este artículo es tan discriminatorio y racista al igual que yo le dijera: vos como mujer tenés que quedarte en tu casa a lavar platos y no intentar ser periodista. Hoy, mujeres y hombres tienen el derecho a elegir su destino, los indígenas también.

Como cualquiera de nosotros nacieron para elegir su propio futuro, aunque sea el de mendigos en las áreas urbanas, o incluso el de periodistas en la redacción con aire acondicionado de uno de los diez magnates de este país, y no solamente para ser jornaleros en una mina del Guairá, en las tierras que les han sido arrebatadas.

O tanto molesta a los millonarios de la Confederación Sudamericana que se a vea en sus alrededores a indígenas que han sido despojados de sus tierras, y ahora deben mendigan en la ciudad, porque los mbya precisamente no han vendido sus tierras para venir a los núcleos urbanos.

Hay comunidades indígenas que tienen camionetas y tractores junto a sus antiguas costumbres, como los aché de Puerto Barra, pero ellos tienen aseguradas las tierras donde sobrevivir, si no, estarían tambien en las zonas urbanas, viviendo como mendigos.

http://www.abc.com.py/nota/las-dos-caras-de-una-misma-moneda/
NATIVOS DE UNA MISMA PARCIALIDAD VIVIENDO EN CONDICIONES DIAMETRALMENTE OPUESTAS
Las dos caras de una misma moneda


Mientras un grupo de indígenas mbya guarani, instalado en la zona de la Conmebol, en Luque, espera que el Estado paraguayo les dé tierras, otro trabaja por mejorar su calidad de vida, siendo jornaleros de una firma minera en el Guairá.
por Carolina Ruiz

Foto: El alcohol es el pan diario de varios mbya que habitan el predio en las cercanías de la Conmebol.

Los nativos apostados en las inmediaciones del imponente edificio de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), en Luque, dijeron que saldrían de ese lugar si se les daban tierras en la zona de Paso Yobai, departamento del Guairá.

Aseguraron que sabían cultivar y que esa sería la labor que desarrollarían en las nuevas tierras, que esperan les conceda el Gobierno nacional, a través de gestiones que encara el Instituto Paraguayo del Indígena.

La situación como viven en el predio del ferrocarril y parte de un baldío colindante, bordeado por las calles Don Atilano Cáceres entre autopista Silvio Pettirossi y Avda. Sudamericana, a la vera del arroyo Abay, no puede ser peor.

Rodeados de basura, generada por ellos mismos, restos de bolsitas con cola de zapatero y ropas colgadas por todas partes, los aborígenes no hacen absolutamente nada productivo.

Mientras unos niños piden limosna en una de las esquinas de las principales avenidas que cruzan por el lugar, otros observan cómo sus mayores se drogan, embriagan, retozan o toman terere, sin ninguna preocupación.

El estilo de vida que desarrollan estos compatriotas, en el propio predio que actualmente ocupan, lleva a pensar que este seguirá siendo su forma de vivir, aún en las nuevas tierras.

Ayer debíamos entrevistar al presidente del Indi, Óscar Ayala, sobre el proyecto de reubicación de al menos 90 familias mbya, en las 2.028 hectáreas de tierras, a ser adquiridas de la familia Rocholl, en la zona del Guairá. Queríamos saber si el Indi tiene algún proyecto de educación y capacitación para estos indígenas, luego de distribuirles las parcelas. Sin embargo, mensaje de texto mediante, Ayala se excusó por no poder cumplir con la cita aduciendo un cuadro gripal, por el que permanecería en cama dos días, aunque prometió la nota a la vuelta de su reposo médico.
26 de Febrero de 2012 00:00

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